La Juguera de Akil está en quiebra financiera por un fraude que rebasa los 90 millones de pesos y los citricultores responsabilizan al ex presidente Miguel Angel Canul López.
En conferencia de prensa en conocido café de Mérida, numerosos citricultores estuvieron presentes dando la información el presidente del Consejo de Vigilancia de la Juguera, Víctor Humberto Be Chablé y el delegado Freddy Domínguez Aké.
El martes 10 de diciembre van a presentar la denuncia en contra de Canul López quien en los cinco años como presidente no rindió cuentas financieras no convocó a asambleas.
Las irregularidades detectadas con 50 millones que no ingresaron por el proceso de concentrado de naranja dulce, mandarinas, toronjas, limones persa e italiano, naranja agria que se exportó a Alemania y al mercado nacional.
Un total de 35 millones de compra de materiales de construcción, equipos como otros artículos que Canul López pagó con dinero de la Juguera y fue para la compra y vestimento de un rancho en Oxkutzcab, cinco millones de pesos que no pagó en cinco años a seis mil citricultores por la compra de sus frutos, más dinero que le adeuda a empresarios.
La venta ilegal de un terreno perteneciente a la planta de Akil que no fue avalado por la asamblea, que nunca tuvo autorización para su venta a particulares, incluso mostró documentos con firmas falsas de aprobación de los productores y eso fue avalado por el Notario Público número 70 con sede en Mérida, Fernando Castillo Patrón.
Además Canul López con el aval del diputado federal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), William Sosa Altamira, ocupa desde mayo pasado el cargo de director de la Comisión de Pueblos Indígenas en Maxcanú.
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